Esta semana os presentamos a una monitora muy especial de este verano 2015, Alejandra nos cuenta su experiencia en PSE.   Para compartir mi experiencia en PSE, primero tengo que contarte que fui parte de un campamento extraordinario, el Handicapped Camp. No sabía qué esperar ni qué me iba a encontrar, sólo estaba muy motivada por conocer a esos niños y niñas de los que, durante la semana de orientación, había escuchado hablar tanto.   Nunca se me va a olvidar el primer día que visité a los niños. Locura. Por un momento, me quedé pensando en cómo acercarme y luego, sin pensarlo mucho, me dirigí a uno de ellos.  Quiero contarte, que desde el primer momento, algo dentro de mi se movilizó, no era pena ni lastima, fueron unas ganas inmensas de trabajar duro por ellos.  Así empezómi aventura en el campamento especial.   Los primeros días, durante la “toma de contacto”, me sentía algo nerviosa, pues no estaba muy segura si las actividades que habíamos planteado para los niños tendrían éxito. El día comenzaba a las 6:30 de la mañana, le dábamos de comer a los niños y luego, a la ducha. La tarde, transcurría entre ataques de risa,  a veces de rabia, y besos y abrazos inesperados. La jornada terminaba con cansancio pero con ganas de hacer más y mejor.              Al tercer día de campamento, ya notaba la sonrisa de los niños al vernos llegar por la mañana, y aunque algunos no sonreían propiamente debido a su dificultad  para expresarse, veía la ilusión en sus miradas.   “En el Special Camp no se puede tener un niño favorito. No hay el más guapo, ni el más listo, ni el que más abrazos da”, esto me lo dijo Ana, una de las monitoras, y siempre estaré de acuerdo con sus palabras.  Los niños son tan auténticos que todos son los favoritos. Este campamento, como su nombre lo indica, es muy especial. Si me preguntas cuál es la diferencia entre los niños de este y los de otros campamentos yo te diría que estos pequeños sólo necesitan un poco más de ayuda que los demás. Para formar parte de este campamento no hay necesidad de ser especialista o profesor de educación especial, sólo hace falta sentido común y ganas de trabajar.  Una de las monitoras nunca había compartido con niños con necesidades educativas especiales,  y aunque en un principio se sentía desubicada, al final del campamento se manejaba con ellos perfectamente. ¿Cómo lo hizo? No hay fórmula, siendo ella misma y sobre todo, valorando a los niños como personas capaces de sentir y hacer muchas cosas.   Igualmente, el apoyo de tus compañeros, los monitores jemeres y europeos, es esencial. El trabajo en equipo es sin duda uno de los grandes aprendizajes de PSE. En Camboya, el esfuerzo colectivo lo es todo, pues sin la ayuda de los demás, es muy difícil dar toda tu energía.  Por otro lado, uno de los retos como monitor es comunicarse con los niños. Durante mi mes en Camboya busqué maneras para hacerlo cada vez mejor, pero al final entendí que no hay métodos, se trata de intentar ver más allá de lo evidente.  Son las pequeñas cosas las que nos acercan a ellos.  ¿Pequeñas cosas?, te preguntarás.   Esto lo entendí gracias a mi experiencia con Song Ratana. Un niño sordo-ciego que pasa mucho tiempo en una silla de ruedas y por lo general suele estar muy tenso. Recuerdo que al final de la primera semana fuimos a la piscina, lugar que Ratana realmente disfruta. Lo sé porque podía ver cómo movía sus manitas debajo del agua, cómo intentaba saborearla con su lengua, y por cómo permanecía tranquilo en brazos de algún monitor. Ese día, al regresar de la piscina, mientras mimábamos a Ratana ocurrió lo que parecía impensable. Él estaba completamente relajado, con sus piernas y brazos estirados, con una expresión en su cara que reflejaba tranquilidad y con una sonrisa (que a simple vista no parece sonrisa) demostraba su felicidad.  La simplicidad de ese momento me dio a entender que logros tan pequeños, en realidad, significan mucho.             Estos son los momentos en PSE donde el corazón se acelera, esas son las pequeñas cosas con gran significado que te ayudan a entender tu misión en Camboya y que te recuerdan que serías capaz de todo por la sonrisa de un niño. Asociación Por la Sonrisa de un Niño, España en Camboya 2014. ONG española inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones con el número 584 943 © 2014 Por la Sonrisa de un Niño. Todos los derechos reservados. Síguenos Documentación y Publicaciones Periódico Periódico Estatutos Estatutos Memoria de actividades Memoria de actividades Auditorías Auditorías
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Alejandra y Ana se divierten con Chun.
Alejandra jugando con Ratana en la piscina.
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